Surge de la nada…nada surge desde ese comienzo, ya venía rondando el deseo de generar algo a partir de la (imagen) cabezudo…pero no sabía bien qué… Hasta que de la “nada” empieza a emerger dentro de capas y capas, una imagen que re-conozco, acontece, se hace visible….
Los cabezudos abren el corso, traen consigo una energía singular, evocan algo aterrador, misterioso… disuelven el sentido habitual, nos preparan para captar eso que se nos escapa, que difícilmente podemos ver, oír… transitar.
Nos inquietan, se nos vienen encima… intentamos evadirlos una y otra vez, hasta que en un instante de quietud podemos vislumbrar el vacío: su estructura de mimbre. El miedo se disuelve, nuestra capacidad perceptiva se acrecienta, emergen los modos tradicionales de sostener estructuras, de otorgarles nuestra potencia para que ellas sigan esclavizándonos.
Cada uno carga con sus estructuras; y así avanzamos con la más antigua, la familia, según hombre o mujer, con la ensenanza, que nos pide que no nos salgamos del límite del dibujo; con los dogmas según los credos; con los medios masivos, la tv que nos dice cuál es nuestro deseo de turno, y cuáles son los ideales a seguir para poder ser.
Cabe-zu-dios, estructuras que determinan el pensamiento reforzando una manera tradicional de pensar.
Cabe-zu-dios, encerrados en la propia estructura que dificulta el movimiento, soportando una pesada carga, aunque resulte más fácil estar ahí…
Cabe-zu-dios propone una mirada de lo establecido, formula la pregunta por otras miradas, por la posibilidad de generar nuevas formas de pensar-estar.
Annabel Lee Teles.
Gabriel Nieto Pannone.